Elvis aparece en Carne Cañón Viuda

Shavano Sol y Mailer – 25 de juno, 2015

     La mayoría de las mujeres estarían encantados de tener una leyenda del rock and roll visitarlos en el baño, pero no el solitario Beverly Lupac. De hecho ella ha tenido suficiente de todo.
Ya en marzo de Beverly surgió de un profundo sueño, entró en su cuarto de baño de dos tonos, miró a su espejo de dos vías y allí estaba: Elvis Presley allí mismo, en el zoom en el círculo de maquillaje. Al principio pensó que estaba soñando pero al reingreso se lo volvió a ver, peinando su cabello.
“Al principio no hablaba, pero se limitó a sonreír en ese” tipo Elvisy del camino “, dijo. “Entonces él le pidió prestado un poco de crema para el cabello.”
Luego agradeció Lupac, le preguntó si podía cantar su canción, cantó un verso de Blue Hawaii y se fundió de nuevo en el cristal.
Sacudido, Lupac corrió a la casa de su vecino para compartir el extraño encuentro con Ira Synge-Toole, un ex cajista de este sitio web cuando se trataba de un periódico. Si bien en un primer momento Toole burlado de la alcahuetería absurda de una estrella del pop que pertenece a la presencia de la porcelana que rápidamente dio la vuelta cuando el canto se reanuda desde el baño de Lupac.
Las dos mujeres, armados con una lata de maza anticuado y un 34 pulgadas Louisville Slugger, volvió a entrar en la casa Lupac. Se abrieron paso al baño toda llamó “Elvis! Elvis! Salga. Volver. ”
No paso nada. Después de una media hora Toole se desencantó con toda la operación y, diciendo The Days of Our Lives fue a punto de comenzar, se fue.
Lupac luego viajó a su amplia cocina, bien iluminado para preparar pelusa y tarta de riñón cuando una voz canturreó los tontos se enamoran. Se dio la vuelta media despertó para ver una de tamaño natural Elvis de pie delante de ella en traje de discoteca. Éste era un Elvis hablando. Él le preguntó sobre su vida en Carne Cañón pero no podía pensar en ninguna respuestas interesantes. La conversación arrastró. Allí estaba ella con el rey y ella era la lengua trabada. Ella le podía decir acerca de su cosecha de melocotón o el día que el perro fue noqueado fuera de la granja

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No es más que un perro de maíz

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